Saturday, November 18, 2006
MILITAR CONDENADO A CARCEL POR MUERTE DE IRAQUI
Un infante de marina estadounidense fue condenado a 18 meses de prisión por su participación, junto a otros implicados, en la muerte de un hombre desarmado en Irak.
John Jodka es uno de ocho militares implicados en el ataque ocurrido hace siete meses en Hamdania, en el que resultó muerto un hombre de 52 años de edad.
El juez dijo que habría sentenciado a Jodka a cinco años, pero que estaba constreñido por un acuerdo extra procesal “muy fortuito”.
Se espera que Jodka, quien pidió excusas a la familia de la víctima, rinda testimonio en contra de los otros acusados. Dichos acusados pueden enfrentar cargos por homicidio y podrían ser condenados a muerte si son hallados culpables.
John Jodka, de 20 años, era el miembro más joven y de menor rango de un grupo de infantes de marina destacados en Irak a comienzos de este año. Se alega que el equipo de ocho militares estaba en la búsqueda de un sospechoso de ser insurgente.
Cuando no pudieron encontrarlo, los hombres se sintieron frustrados y arrastraron a un abuelo inválido fuera de su casa, lo ataron y lo golpearon, para luego darle muerte a disparos.
En la Corte, Jodka pidió excusas a la familia del hombre iraquí que murió y a sus colegas de la Infantería de Marina.
Habló, asimismo, de la s condiciones en Irak, refiriéndose al miedo y la frustración que él y sus colegas sintieron allí.
Declaró al tribunal que a menudo se sentía inadecuadamente entrenado para las labores a las que era asignado, incluyendo las de antiterrorismo.
VIOLACION DE UNA NIÑA IRAQUI
En otro caso de violencia en contra de civiles en Irak, un soldado estadounidense se declaró culpable de violar a una niña iraquí de 14 años y de ayudar en el asesinato de ella y su familia.
El militar, James Barker, aceptó la culpabilidad al comienzo de un consejo de guerra en su contra, en EE.UU., para evitar ser condenado a muerte, según expresó su abogado civil.
En junio comenzaron las investigaciones por la muerte de la niña y de sus familiares, ocurrida tres meses antes en su casa en Mahmudiya, al sur de Bagdad, capital de Irak.
Tanto Barker como otros tres soldados fueron acusados del asesinato premeditado de una niña, un hombre y dos mujeres. Dos de los soldados podrían ser condenados a muerte si son hallados culpables.
Los cuatro militares han sido acusados de ayudar a otro soldado raso, que después salió del ejército, Steve Green, a planear, ejecutar y encubrir los crímenes.
Davis Sheldon, abogado de Barker, dijo que su cliente acordó colaborar con la fiscalía y que testificará contra los demás. Green, por su parte, ha sido formalmente acusado ante un tribunal civil y espera por su juicio en una celda del Estado de Kentucky.
