Saturday, November 11, 2006

 

AVIONETA SE ESTRELLA CONTRA EDIFICIO EN NUEVA YORK

Una avioneta privada que llevaba a bordo al pitcher Cory Lidle de los Yanquis de Nueva York se estrelló el miércoles contra un edificio de 52 pisos en el sector este de Manhattan, provocando la muerte de cuatro personas y caos y tristeza en Nueva York.

La nave se estrelló en el piso 20 del edificio Belaire ubicado en la calle 72 Este y York Avenue en Manhattan. El FBI descartó que se trate de un atentado terrorista. La Casa Blanca, por su parte, afirmó que por ahora se consideran todas las hipótesis.

A las 2.42 p.m. las autoridades recibieron una llamada reportando un impacto contra un edificio en la calle 72 con Avenida York.

Inmediatamente se puso en marcha un operativo de emergencia masivo combinado entre la policía de la ciudad y las agencias federales, tal como está dispuesto en los nuevos procedimientos revisados tras los ataques del 11 de septiembre de 2.001.

El fuego controlado, acordonamiento de cuatro cuadras a la redonda, 168 bomberos en el lugar, bloqueo de tránsito vehicular a la zona y un gigantesco despliegue de la fuerza pública, todo en menos de 45 minutos, demostró que cinco años después de los atentados contra el World Trade Center, Nueva York es una ciudad diferente.

En el lugar de los hechos, el estallido en el edificio Belaire tomó a todos, residentes y transeúntes, por sorpresa. Casi todos los testigos visuales describieron la misma secuencia: un avión descendiendo vertiginosamente, su línea de vuelo errática lo que lo lleva a estrellarse contra el edificio, casi inmediatamente una explosión gigante, el estruendo ensordecedor y luego cientos de pedazos de fuego encendido cayendo a la calle.

Algunos corrieron a buscar protección, otros llamaron a sus familiares y colegas para contarles lo sucedido y otros simplemente se quedaron observando el edificio de 52 pisos, aterrorizados ante imágenes que recordaban lo ocurrido el 11 de septiembre de 2.001.

El avión podría haber estado pilotado por su propietario, el jugador de béisbol de los Yanquis de Nueva York, Cory Lidle de 34 años, quien podría incluso haber sido el único ocupante de la avioneta al momento del siniestro.

Voceros del FBI y del Departamento de Seguridad Interior señalaron que no hay indicios que se trate de un atentado terrorista y el Pentágono informó que, de todos modos, como precaución se enviaron aviones de la fuerza aérea a sobrevolar algunas ciudades del país.

Portavoces de la Agencia Federal de Aviación afirmaron que la aeronave volaba bajo las reglas de “vuelo visual”, que no requiere estar en contacto con los controladores aéreos.

RELATOS DEL ACCIDENTE

Alexa Alegori, una vecina que fue testigo del impacto, relató que escuchó una explosión y que al mirar hacia donde procedía, ya estaba todo envuelto en fuego. “Sólo ví caer al suelo el ala del avión, de color negro”, dijo la testigo.

Richard Drutman, fotógrafo profesional que vive en el piso 11, dijo que estaba hablando por teléfono cuando sintió que el edificio se movía. “Hubo una gran explosión. Me asomé por la ventana y vi lo que parecían ser piezas de alas, en llamas, cayendo al suelo”, dijo Drutman. Evacuó el edificio rápidamente acompañado de su novia.

Otros testigos describieron la escena de caos a nivel de la calle.

“Hay una docena de ambulancias y muchos bomberos en la 72”, dijo Sandy Reller, quien presenció el accidente desde su departamento.

La torre de condominios, The Belaire Condo, se construyó a fines de la década de 1980 y tiene 183 departamentos, muchos de los cuales tienen precios sobre el millón de dólares. Varios pisos inferiores del edificio están ocupados por doctores y oficinas administrativas, con instalaciones temporales para familiares de pacientes en el hospital de Cirugía Especial. No había pacientes en el edificio y no se afectaron las operaciones en el hospital de Cirugía Especial, ubicado a corta distancia, y que se especializa en operaciones ortopédicas, expresó el funcionario hospitalario, Phyllis Fisher.

La Casa Blanca considera todas las hipótesis.

El portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto expresó que el Presidente George W. Bush está al tanto y que fue informado poco después que ocurriera el hecho, añadiendo “Aún no estamos en condiciones de aceptar o descartar alguna hipótesis”, agregando que siguen informados por Nueva York y que tratan de reunir todos los elementos, pero que el nivel de alerta no ha cambiado.

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, se negó a confirmar si el piloto de la aeronave era Lidle, aseguró, además, que nada indica que el accidente haya sido un acto terrorista y que aún se investiga la causa del hecho, pero que aún no se sabe por qué ocurrió.


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