Wednesday, October 18, 2006
EN EL VATICANO SE DEBATE EL CONCEPTO DEL LIMBO
El arzobispo italiano Bruno Forte, dijo, “El Papa no lo mencionó en su homilía. Aún estamos trabajando en el documento. No se ha realizado ninguna votación y creo que no habrá nada listo para entregarle hasta
Benedicto XVI celebró el viernes una misa con los miembros de la comisión, pero su homilía, una reflexión sobre el trabajo de los teólogos, no abordó el debate sobre el limbo.
Habría consenso en la comisión para terminar con el limbo. “Todos nosotros alentamos esperanzas de que los bebés vayan al cielo” sostuvo el jesuita Luis Laderia, secretario general de
La televisión estatal italiana reportó el jueves en la noche que el documento estaría listo el año próximo. “Eso es muy posible”, dijo Ladaria. Pero “el momento en que esté listo para ser publicado depende de ellos (el Vaticano)” y no de la comisión. Ladaria efectuó sus declaraciones durante una pausa en el debate, en una conversación telefónica.
La comisión que asesora al Papa y a otros importantes encargados de la doctrina de
Aunque los católicos desde hace tiempo creen que los niños que mueren sin bautizar conservan el pecado original y en consecuencia están excluidos del paraíso,
LIMBO
El año pasado, cuando era cardenal, Joseph Ratzinger expresó que el concepto del limbo debe ser abandonado porque “es sólo una hipótesis teológica y no una verdad de la fe definida”.
Aunque nunca fue objeto de una definición dogmática, esa hipótesis teológica ha figurado durante siglos en los catecismos y forma parte de la cultura popular e incluso del lenguaje, sobre todo en inglés, donde se utiliza la expresión estar “suspendidos en el limbo”.
De acuerdo a la tradición católica, el limbo es el lugar donde van los niños y las personas inocentes, que al no haber sido bautizadas no pueden llegar al cielo.
Este concepto del limbo, ya había comenzado a ser eliminado de la creencia católica durante el pontificado de Juan Pablo II. En el nuevo catecismo publicado en 1.992 se descartó el término, señalándose que “en lo relativo a los niños que han muerto sin ser bautizados,
Quien conozca el lenguaje vaticano o la profusión sin límites de la misericordia de Dios, sabe que esa expresión significa “un final feliz” para todos los niños, pero sin decirlo de modo explícito para evitar el riesgo de minusvalorar la importancia del sacramento del bautismo. En esa línea, incluso el padre Luis Ladaria, quien como secretario de la comisión está obligado a la prudencia manifestó que “todos estamos a favor de los chiquillos”.