Tuesday, September 12, 2006
PAPA BENEDICTO XVI CELEBRA MISA EN SU TIERRA NATAL BAVIERA

Ante cientos de miles de fieles católicos que acudieron al evento, el Papa Benedicto XVI celebró una misa, al aire libre, en su tierra natal Baviera, al sur de Alemania. Muchos pasaron la noche en el lugar, esperando esta misa.
Durante su homilía, dijo que en el mundo de hoy, la gente está escuchando tantas frecuencias que ya no puede oír más a Dios. La misa es uno de los principales eventos que sostuvo Benedicto XVI en su visita a Alemania, viaje que se describió como un gozo personal.
Otro de los puntos de su visita es Markit-am-Inn, lugar donde nació y donde vive su hermano Georg, sacerdote retirado. Juntos visitarán las tumbas de sus padres y hermana.
El pasado sábado, el Papa fe recibido en Alemania por
Esta constituye la segunda visita del Papa a Alemania y de conformidad a lo manifestado por el Vaticano, es un viaje más personal y espiritual.
El Papa recibe una cálida bienvenida por los miles de católicos alemanes, pero también enfrenta críticas por su inflexible condena al matrimonio entre homosexuales y al aborto.
VISITA EN ALEMANIA
El Papa inició su visita a Alemania en Munich. En este viaje realiza una combinación de visitas íntimas a su hermano y a la casa en que nació y de misas para cientos de peregrinos.
Celebrará un total de tres misas al aire libre. La primera fue en Munich, en la que se asistieron más de 200.000 personas. Las otras dos tienen lugar en las pequeñas localidades de Altoeting y en Ratisbona.
En Munich el Papa denunció que en Occidente se desprecia a Dios y que despreciar lo sagrado se considera un derecho de libertad, pero que ese tipo de tolerancia no es la que esperan los pueblos, “ya que tolerancia significa respetar aquello que para otros es sagrado”.
Afirmó, además, que los pueblos africanos y asiáticos no consideran al cristianismo una amenaza para su identidad, sino que esa amenaza la ven en el pensamiento occidental que excluye totalmente a Dios del hombre e intenta imponerlo a sus culturas.
Estas declaraciones las realizó ante los fieles, que en una mañana luminosa asistieron al recinto de
En su homilía aseguró que el mundo necesita a Dios, pero que el hombre no le escucha. Denunció, relatando lo que le han contado obispos del Tercer Mundo, que el opulento Occidente y en especial Alemania, cuando se trata de ayudar a proyectos sociales siempre está dispuesto, pero cuando se trata de proyectos de evangelización “surgen las reservas”. Aseguró, no obstante el Papa, que el hecho social y el Evangelio van inseparables. Al efecto, afirmó, “Llevar a los hombres sólo conocimientos, habilidades y técnica es darle demasiado poco, ya que de inmediato surgen los mecanismos de violencia y la capacidad de destruir y de matar se convierten en la manera prevalente para alcanzar el poder. De esta manera se aleja cada vez la reconciliación y el compromiso común por la justicia y el amor”.
Según el Papa, la tolerancia que urgentemente necesita el hombre comprende el temor a Dios, “que debe aprender nuevamente” y el respeto de lo que para otros es sagrado. Manifestó que ese sentido de respeto se regenerará en el mundo occidental “sólo si se crece de nuevo en la fe de Dios, si Dios está de nuevo presente para nosotros y en nosotros”. Agregó, que la fe no se impone a nadie, que el proselitismo es contrario al cristianismo y que la fe sólo se puede desarrollar en libertad. Tras abogar porque la justicia y el amor se conviertan en fuerza decisiva en el orden mundial, reiteró que el mundo necesita a Dios y que “su venganza llegará”. “Su venganza es la cruz, el no a la violencia, el amor hasta el fin. Ese es el Dios del que tenemos necesidad” aseguró el Papa.
Benedicto XVI también tocó problemas sociales como el sida y dijo que para combatirlo hay que afrontar de verdad sus causas profundas y curar a los enfermos con la debida atención y cariño.
A la misa asistieron, además de alemanes, en su mayoría bávaros, fieles de los países limítrofes, entre ellos Austria.
Desconocidos, a los que busca la policía, en la madrugada del domingo, lanzaron globos llenos de pintura contra la casa natal del Papa, que desde que fue elegido Pontífice se ha convertido en lugar de peregrinación de fieles y de interés turístico.