Friday, September 29, 2006
LA GUERRA DE IRAK HA EMPEORADO AMENAZA TERRORISTA
La guerra en Irak ha empeorado el terrorismo en el mundo, al diseminar el radicalismo islámico y proveer un terreno de entrenamiento para métodos letales, que son cada vez más exportados a otros países, según una extensa evaluación de 16 agencias de inteligencia de EE.UU.
El documento secreto, que representa el consenso general de las 16 agencias de inteligencia, pinta un cuadro más sombrío sobre el impacto de la guerra en Irak, de lo que la administración del Presidente George W. Bush o los funcionarios de inteligencia de EE.UU. han admitido públicamente, de acuerdo con personas familiarizadas con la evaluación. El Presidente Bush y el vicepresidente Dick Chaney han descrito varias veces la guerra de Irak como punto central de la guerra contra el terrorismo y sostienen que los estadounidenses están más seguros como resultado de la política de la administración.
El gobierno de Bush argumenta que un gobierno democrático en el Oriente Medio sería como un rayo de esperanza para otras naciones y masas de musulmanes descontentos.
“El mundo está seguro porque Sadam Hussein ya no está en el poder”, declaró Bush en su discurso a la nación el 11 de septiembre. “La seguridad de EE.UU. depende del resultado de la batalla en las calles de Bagdad”. También afirmó que EE.UU. está “más seguro, pero no seguro del todo”, ante el terrorismo.
Bush y Cheney frecuentemente han descartado insinuaciones de que la presencia de EE.UU. en Irak ha inflamado la hostilidad hacia EE.UU., alegando que en Irak no había fuerzas de este país el 11 de septiembre de 2.001.
AUMENTO DEL TERRORISMO
Se trata de la primera evaluación formal de las actuales tendencias del terrorismo mundial desde la invasión a Irak en 2.003, escrita por el Consejo Nacional de Inteligencia, centro de estudios en que participan 16 agencias de espionaje del gobierno estadounidense.
El documento clasificado, se terminó en abril y tiene como título “Tendencias en el Terrorismo Global: Implicancias para Estados Unidos”. En sus 30 páginas concluye que más que contribuir a una eventual victoria en la lucha contra el terrorismo, la situación en Irak ha empeorado la posición de Estados Unidos.
Los analistas citados por los periódicos The New York Times y Washington Post apuntan a que pese a mermar las redes de financiamiento y capacidad operativa de los grupos radicales islámicos, “es muy difícil, si no imposible combatirlos y destruirlos con las herramientas estándares de guerra”.
Concordaron, además, en que si bien EE.UU. había ocasionado serios daños a la cúpula de la red Al Qaeda y obstaculizado su capacidad de planear y dirigir operaciones a gran escala, las redes radicales islámicas han proliferado y se han descentralizado.
Muchas de las células no tienen una estructura central y surgieron de manera independiente, estableciendo nexos a través de Internet, al efecto se comunican entre ellos y propagan sus ideologías y tácticas a través de más de 5.000 sitios web radicales islámicos.
Se ha difundido a través de Internet, un menaje de que la guerra de Irak es un intento de Occidente por conquistar Islam, con un primer paso en la ocupación de Irak y el establecimiento de una presencia permanente en Medio Oriente.
Por su parte,