Thursday, August 24, 2006
HUGO CHAVEZ VISITA CHINA
Durante su visita a China, el Presidente Hugo Chávez espera firmar acuerdos energéticos para aumentar las ventas de petróleo al gigante asiático, como asimismo, concretar la adquisición de varios buques petroleros chinos.
El Presidente Chávez también se propone lograr el respaldo chino para ocupar uno de los asientos de miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Por su parte, China es uno de los miembros permanentes del Consejo.
En la agenda del mandatario venezolano se contempla una reunión con el Presidente de China, Hu Jintao, y con el primer ministro, Wen Jiabao.
Esta es la cuarta visita de Chávez a Beijing, en ocho años de gobierno. Viajará, además, a Malasia y Angola.
Desde su mandato, Venezuela está estrechando lazos con Rusia, China e Irán, en detrimento de relaciones con países como EE.UU. y Colombia. Esto, dentro de la búsqueda de Chávez de una “multipolaridad”, en oposición a un polo hegemónico estadounidense.
Analistas consideran que este viaje va más allá de los acuerdos comerciales y que el centro son las aspiraciones ante
Se estima que el acuerdo representa unos US$ 1.200 millones.
Asimismo, firmará Chávez un contrato con astilleros chinos para la compra de varios supertanqueros. Los buques sirven, además, para transportar petróleo a China.
En los últimos años empresas petroleras chinas han invertido en proyectos energéticos venezolanos, pero las compras no superan el 2,5 % del total que consumen.
Una de las razones es logística, ya que el largo recorrido hace necesario grandes capacidades de almacenamiento para ser rentables.
PROCESO ELECTORAL
El Presidente Chávez realiza este viaje comenzando la campaña electoral para las presidenciales de diciembre, en la que aspira a una nueva reelección.
En el año 2.006, el mandatario ha salido fuera del país, por dos meses, visitando 31 países.
Para algunos analistas es señal que está muy tranquilo con su candidatura, por su apoyo popular, mientras que sus opositores lo ven como señal de arrogancia del presidente que se sabe dueño de las instituciones públicas.