Monday, May 08, 2006
TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL

El Canciller, Alejandro Foxley, pudo obtener un acuerdo en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado para impulsar una reforma constitucional que permitiría a Chile adherirse al Tratado que crea el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Asimismo, se logró el consenso necesario para que el gobierno le otorgue urgencia a las modificaciones a la ley interna chilena para tipificar los delitos que le interesan al TPI, así se definirían los delitos de lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra. Tipificados los delitos se asegurará la vigencia, junto al Tribunal Penal Internacional, de principios, tales como la primacía de la jurisdicción nacional por sobre la que posee el Tribunal Penal Internacional, la primacía de cosa juzgada y la irretroactividad de la ley penal, entre otras.
Chile no estaba impulsando el Tratado, debido a las sanciones que EE.UU. había anunciado en contra de los países que suscribieran el Tratado, en materias de asistencia militar y de inteligencia. Las razones esgrimidas por Estados Unidos para ello, es que el gobierno estadounidense teme que sus soldados y funcionarios sufran represalias en terceros países amparados en la ley internacional.
Pero la ley que sustrae a los norteamericanos de la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional, llamada Aspa, se está discutiendo en EE.UU., ya que hay fuertes voces en su contra, porque con ella se sancionaría a países que son amigos de Estados Unidos.
ACLARACIONES DEL CANCILLER
El gobierno chileno había optado por esperar la decisión norteamericana sobre Aspen, antes de adherirse a un Tratado que podría complicar sus relaciones con Estados Unidos, pero se ha sostenido por algunos senadores chilenos que el Tribunal Penal Internacional será subsidiario a la jurisdicción de tribunales chilenos, por lo que no habría problemas de soberanía chilena en esta materia.
El Canciller ha descartado presiones de ninguna naturaleza de parte de Washington, para frenar la aprobación del Tratado de Roma que creó el Tribunal Penal Internacional y que en se le informó en Estados Unidos, que hay conciencia en el ambiente político que las sanciones del Aspa son contraproducentes para los propios intereses norteamericanos.