Abriendo Conversaciones

Perú ha iniciado una verdadera crisis en sus relaciones con Chile al intentar cambiar, por vía unilateral, el límite marítimo establecido por más de medio siglo mediante Tratados Internacionales, en especial la Declaración de Zona Marítima de 1.952 y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1.954, así como las actas bilaterales de 1.968 y 1.969.

Perú adoptó un acuerdo el pasado 27 de Septiembre para definir su frontera marítima a través de una ley orgánica denominada “Lista de coordenadas de los puntos contribuyentes del sistema de líneas de base del litoral peruano”. El proyecto de ley Nº 13.905 fue enviado el 17 de Octubre bajo el oficio 105-2005-PR firmado por el Presidente del Perú Alejandro Toledo y el Presidente del Consejo de Ministros Pedro Pablo Kauczynsky, el cual fue aprobado el 25 de Octubre por la Comisión de Relaciones Exteriores de Lima. Por este proyecto de ley Perú pretende cambiar la frontera marítima sobre el principio de la línea equidistante que considera más justa y cuyos puntos están a la misma distancia de las costas de un país a otro. Perú había planteado en el 2.004 a Chile negociar el cambio de línea de base paralela por la de equidistancia, lo que mueve la posición del Hito 1 en 230 metros al sur y hace perder a Chile más de 30 mil kilómetros cuadrados de mar. Además, el solo hecho de correr el Hito en forma unilateral presenta una pérdida de territorio.

Durante 50 años Perú ha considerado que el paralelo constituye la línea divisoria marítima. En la Declaración Marítima de Santiago de 1.952, en su artículo 3 inciso II estableció que “como consecuencia de estos hechos, los gobiernos de Chile, Ecuador y Perú proclaman como norma de su política internacional marítima la soberanía y jurisdicción exclusiva que a cada uno de ellos corresponde sobre el mar que baña las costas de sus respectivos países, hasta una distancia mínima de 200 millas marinas desde las referidas costas”. En el Convenio de Zona Especial Fronteriza Marítima firmado en Lima el 4 de Diciembre de 1.954 entre los mismos países, su artículo 1 ratifica que se está trabajando sobre la base del principio del paralelo. Estos Tratados fueron complementados por las actas bilaterales de 1.968 y 1.969 que materializaron “el paralelo de la frontera marítima que se origina en el Hito Nº 1”. A raíz de esta Comisión Mixta, se instalaron dos faros, uno a cada lado del Hito 1, que divide el mar de Chile y de Perú.

Chile formuló una declaración pública y una nota de protesta entregada en Santiago al Embajador del Perú, en la cual se estima inaceptable el desconocimiento de los tratados vigentes entre ambos países, se confirma el carácter indudable del límite establecido y se reitera que no hay tema alguno pendiente de límites con el Perú. Por su parte el Canciller peruano le entregó al Embajador chileno en Lima una dura nota diplomática en respuesta a Chile, en la cual califica de inaceptables las expresiones chilenas, según las cuales Perú estaría contraviniendo el ordenamiento jurídico internacional desconociendo los tratados limítrofes suscritos entre ambos países en 1.952 y 1.954. La nota peruana expresa que “Resulta insólito en las relaciones entre Estados que uno de ellos formule reservas a proyectos de otros que se encuentran bajo la consideración del Poder Legislativo y que, además, advierta la inconveniencia de su aprobación por medio de notas diplomáticas”, manifiesta, también, discrepancia con la interpretación chilena al Tratado de 1.952 y que este tipo de discrepancias deben solucionarse a través del diálogo bilateral en el marco de amistad y buena voluntad.

Chile ha señalado que los canales de comunicación entre ambos países siguen abiertos. Además, se han realizado una serie de contactos personales del Ministro Secretario General de Gobierno chileno con autoridades de Ecuador, Argentina y Brasil, también otras misiones diplomáticas desplegadas por la Cancillería y Ministerio de Defensa. La principal apuesta diplomática chilena será la próxima Cumbre de las Américas en Mar del Plata, Argentina. Allí el Canciller chileno entregará a distintos países de la región la posición chilena y es la oportunidad para un encuentro entre los Presidentes de Chile y Estados Unidos, ya que este país es garante del Tratado de 1.929 que puso fin a las hostilidades entre Chile y Perú tras la Guerra del Pacífico.

Chile podrá utilizar todos los mecanismos de solución pacífica de controversias y la institucionalidad de la OEA, ONU y el Tribunal Internacional de la Haya para solucionar una crisis que unilateralmente ha sido iniciada por Perú y restablecer de esta forma las necesarias confianzas y espíritu de cooperación entre países de América que tanto necesitan la complementación para una eficaz y eficiente integración que permita el desarrollo y crecimiento al que aspiran y tienen derecho sus pueblos.